Los Kew Gardens, conocidos oficialmente como Royal Botanic Gardens, representan una de las atracciones botánicas más fascinantes del mundo. Situados en Richmond, al suroeste de Londres, estos jardines abarcan aproximadamente 121 hectáreas y son fácilmente accesibles desde el centro de la ciudad, ofreciendo un encantador escape del bullicio urbano.
La historia de los Kew Gardens se remonta al siglo XVIII, cuando fueron establecidos como jardines privados de la familia real. Con el paso de los años, evolucionaron hasta convertirse en un centro de investigación botánica y conservación de plantas, alcanzando renombre mundial. En 2003, la UNESCO declaró a los Kew Gardens Patrimonio de la Humanidad, reconociendo su valor científico y paisajístico.
Visita a Kew Gardens
Explorar los Kew Gardens es una experiencia única para los amantes de la naturaleza y la botánica. En el interior de este jardín, se pueden contemplar colecciones de plantas procedentes de todo el mundo, alojadas en diversas estructuras y entornos. Entre ellos, destacan la Palm House, una impresionante estructura victoriana que alberga una extraordinaria variedad de plantas tropicales, y la Temperate House, la mayor invernadero victoriano existente, que alberga especies provenientes de las regiones templadas del globo.
Además de los invernaderos, los Kew Gardens ofrecen paisajes pintorescos, como el jardín japonés, el jardín rocoso y un área dedicada a la flora británica. Otra atracción imperdible es el Treetop Walkway, una pasarela elevada entre las copas de los árboles que ofrece una perspectiva única de la selva y los jardines que se encuentran debajo.
En resumen, los Kew Gardens no solo son un lugar de extraordinaria belleza y tranquilidad, sino también un centro de importancia crucial para el estudio y la conservación de las plantas, atrayendo a visitantes, científicos y apasionados de todo el mundo.
